Editorial de A. A. E. E. T. CULTURA, Gener 1954
En diversas ocasiones hemos destacado desde este mirador de la Asociación de Alumnos, la inconfundible personalidad que imprime la Escuela a cuantos han desfilado por sus aulas.
Con una reincidencia que delata nuestra propia satisfacción y orgullo, se han echado las campanas al vuelo para pregonar los éxitos obtenidos en el campo profesional por quienes aprovechando las enseñanzas que en nuestro centro se ofrecen, han consolidado su posición en el cotidiano quehacer laboral protegidos por un cuantioso bagaje de conocimientos técnicos y culturales acumulados y que sin duda alguna les acredita entre los mejores.
Hoy nos cabe el alto honor de añadir nuevos laureles a este trofeo, en el que con tesón de orfebre vamos engarzando los triunfos personales de nuestros exalumnos y entusiastas «aetistas”, enriqueciéndolo con la aportación de los obtenidos por un asociado distinguido. Nos referimos al escultor don José Busquets Odena.
No vamos a descubrir ahora los méritos contraídos por tan dilecto exalumno de nuestra Escuela ponderados en muchas ocasiones desde las páginas de CULTURA y conocidos ampliamente por cuanto viven de cerca las cosas de nuestra ciudad.
Pero sí nos interesa hacer constar que en esta ocasión también las bellas artes cultivadas en la Escuela de Trabajo desde sus comienzos, nos han proporcionado el hombre que justifica la realidad de un empeño.
Busquets ha realizado «su obra” tras varios años de constante trabajo. El retablo mayor de nuestro templo arciprestal es hoy orgullo de los vallenses y admiración de cuantos lo contemplan. Y la ciudad agradecida, por conducto de su excelentísimo Ayuntamiento que ha interpretado este colectivo sentir, acaba de concederle la máxima distinción -el Fénix de Oro- creada para premiar a quienes por sus merecimientos se hagan acreedores de ella.
La sugerencia de dedicar un homenaje popular a Busquets en tal coyuntura, ha repercutido en la A. A. E. E. T. sensiblemente. No podía ocurrir de otra manera, y por ello, conjuntamente con el Patronato y la Dirección de la Escuela, ha ofrecido su incondicional apoyo a la Comisión pro-homenaje, a fin de que el mismo se lleve a cabo con los honores de que es merecedora la persona a quien se quiere dedicar.
Animados por tales deseos, la gran familia escolar y «aetista” se dispone a arrimar colectivamente el hombro para dar el merecido relieve a un acontecimiento que nos honra. No dudamos que la suscripción iniciada para ofrecer a Busquets las insignias del galardón concedido, va a resultar un brillante de file de alumnos y exalumnos, nombres de ayer y de hoy que sincronizados con el de Busquets aún resuenan como un eco evocador por las aulas de nuestra Escuela, en manifestación tangible de que en esta Casa no se olvida a quienes a través del tiempo han sabido honrarla con la consecución de unos triunfos que justifican plenamente el valor de las enseñanzas que en ella recibieron.
